9 de enero de 2024

Manos enormes

 Mi papá tenía unas manos enormes


las vi afilando cuchillos

en la carnicería durante mi infancia


las vi amasando la carne para las hamburguesas

algún sábado después de mi clase de baile


las vi dándole forma a las tortafritas

para su carribar a la vera de la ruta


y las ví sopapeando las prepizzas

que revendía por los comercios de Paraná.


Pero también las vi tocándole las tetas a una mujer:

¿te puedo tutear? le decía y ella se reía mientras él la tocaba canturreando tú tú


(a mí siempre me pareció muy desubicado)


y cerrándose frente a cualquiera 

para empezar una pelea


(a mi siempre me dio miedo)


y flojas sobre el volante

mientras manejaba medio borracho


(y yo agarrada de la manija, lista para saltar).


Pero nunca voy a olvidar

aquella mano derecha abierta

viniéndose hacia mi cara

subrayando un “callate”


y yo no me callé nada

pero lo atajó mi abuela, desde atrás


(nunca se me borrará esa imagen)


y siempre me pregunto

qué hubiera pasado

si ella no estaba ahí 


Ya está muerto como para preguntar

pero todo lo demás, sí lo hizo


(con esas manos enormes).


No hay comentarios.:

Publicar un comentario