Se desgarra la mirada
el oído
y la lengua mutilada
porque no hay realidad para decir
porque las palabras
sordas
quedan huérfanas de cuerdas vocales
y el susurro balbucea puras sombras
el sol se derrite ininteligiblemente
el absurdo llueve sobre su sangre
y el mar
a la orilla
sigue arrastrando a los caracoles de siempre.