No te anudes, garganta.
No te anudes.
Por favor no te anudes por esto que es nada.
Que no es nido
Ni orilla
Ni siquiera mariposa sin alas.
No te anudes
No tenses las cuerdas consonantes
Aúlla como loba las vocales
Con las lágrimas aferradas a los lagrimales
Hasta que ese tal vez
(Por fin)
Se esfume.
Se esfumará, seguro.
ResponderBorrarBesos y un aullido compartido.
Me desanudo volviendote a leer.
ResponderBorrarfui a la presentacion de tu libro hace mucho tiempo y me reencontre con el y con tu blog. Saludosss!